7 TENDENCIAS DE COLABORACIÓN EN EL TRABAJO HÍBRIDO PARA 2023

Aunque lo presencial se ha hecho notar como una estrategia clave de fidelización y cercanía con los clientes, las empresas seguirán implementando la dualidad laboral ya que fomenta la productividad y flexibilidad en los colaboradores.

Las necesidades de mercado no cambian. La colaboración mediante tecnologías ha sido fundamental no solo para la continuidad operativa de las empresas, sino para la productividad, flexibilidad y cercanía de los colaboradores.

Lejos de ser una tendencia, el rasgo transformacional del trabajo híbrido sigue posicionándose al interior de las compañías ya que se confirmó tras la pandemia que había roles que se podían cumplir de manera presencial, híbrida o sencillamente de forma remota, llevando a las empresas a reducir costos en infraestructura e invertir en tecnologías para solventar este formato.

“Es complejo imaginar que el rol de las oficinas será el de pre pandemia. Hoy, la mayoría de los colaboradores toman la flexibilidad, previa coordinación con sus jefaturas, y van intercalando lo presencial con lo remoto, priorizando estratégicamente la productividad, tiempos y urgencias”, explica Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile. 

En ese sentido, un puente fundamental entre la operación y los trabajadores es la colaboración. Y para ello, se ha implementado la modernización constante de herramientas para que el trabajo remoto sea colaborativo, productivo y con una buena experiencia sin importar el lugar de conexión. 

Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile. 

“La vuelta a la oficina ha sido compleja. Por esa razón, la mayoría de las industrias y áreas siguen invirtiendo y adoptando dispositivos de video/sala y plataformas de videoconferencia con infraestructuras de redes que sustenten la colaboración ya que el trabajo híbrido llegó para quedarse”, precisa Ortiz Welsch.

Por lo anterior y por el sostenido crecimiento de herramientas de colaboración, Cisco prioriza seis tendencias de las compañías para el próximo año en esta materia.

Interoperabilidad. Frente a la amplia oferta de plataformas de videoconferencia, la buena comunicación entre ellas es fundamental. Las compañías, según la necesidad y urgencia, utilizan más de una. Por lo tanto, están siendo mejoradas para que los colaboradores puedan usarlas de forma interoperable y flexible. Es decir, que los dispositivos se conecten y compatibilicen con cualquier tipo de plataforma y que sus funciones se desarrollen de forma óptima.  

Salud mental. El estrés y la distribución del tiempo han sido las principales consecuencias de los colaboradores en sus casas. Además, se acostumbraron a tener reuniones constantemente, las cuales muchas veces no cuentan con un lugar óptimo, tienen ruido de fondo y problemas de conexión. Por esa razón, hay cansancio y fatiga. De esta manera, muchas empresas priorizarán la salud mental de sus trabajadores mediante iniciativas y acciones concretas. 

Reducción de reuniones. Muchas veces hemos escuchado o dicho la expresión “pudo ser un correo” al terminar una reunión. Y es que se nos va el día tomándolas y se nos acumulan pendientes. Pues bien, ante el cansancio, estrés y poca productividad de algunas reuniones, las compañías están evaluando reducir la cantidad y extensión de estas para liberar tiempo. De hecho, algunas ya implementan días completos sin reuniones y aquello es muy valorado por los trabajadores. 

Comunicación asimétrica. Siempre se ha pensado que la única comunicación efectiva es la instantánea. Sin embargo, es probable que, para evitar una reunión de 30 minutos, se hagan envíos de cápsulas de video/audios explicando lo relevante de lo que se quiere decir. Es decir, informar el motivo de la reunión sin hacerla y la respuesta será según la disponibilidad y tiempo del interlocutor. Sin lugar a dudas, se trata de un tipo de comunicación atemporal pero efectiva.

Administración. Además de amplias funcionalidades, las experiencias remotas de a poco empiezan a contar con administración y monitoreo de fallas. Es decir, contar con la información del lugar de trabajo y si la experiencia de uso es buena desde la conectividad hasta herramientas y aplicaciones. Hoy se puede identificar el por qué baja la calidad de video o audio, cómo está funcionando la red y dónde está el problema. De esta forma, se toman decisiones informadas y se soluciona cualquier inconveniente.

Inclusión. Ya sea en formato presencial o remoto, las herramientas de colaboración deben velar por la amplia intervención de los participantes a través de mecanismos como preguntas, encuestas y opciones para levantar la mano. En ello, además, la inteligencia artificial juega un rol clave reduciendo ruidos, priorizando voces, transcribiendo y traduciendo en simultáneo. 

Ciberseguridad. Dejar atrás la seguridad intrínseca que proveían las redes corporativas ha sido un desafío enorme. Sin embargo, gracias a la amplia modernización e implementación de tecnologías y softwares, además de una alta automatización hoy se disfruta de un trabajo híbrido más ciberseguro. En ese sentido, para el 2023 se espera que sigan escalando aplicaciones más seguras, con una rigurosa validación de identidades y mayor control de acceso.

“La colaboración se ha consolidado como pilar fundamental del trabajo híbrido pues permite que los trabajadores sigan manteniendo comunicación con sus jefaturas, colegas y clientes, mientras son más eficientes, productivos y comprometidos desde sus casas”, sentencia Ortiz Welsch.

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