7 RIESGOS QUE ENFRENTARÁN LAS TELCOS EN 2023

A medida que la industria se esfuerza por resistir con resiliencia los tiempos de incertidumbre continua, sigue aumentando la digitalización y despliegue de tecnologías que prioricen la sostenibilidad.

Responder de manera adecuada y eficaz las demandas de mayor conectividad y servicios digitales no ha sido fácil. Los consumidores exigen estabilidad y rapidez en las redes, de lo contrario, no lo dudan y se cambian de operador. 

“Además de las demandas de buen servicio y estabilidad, las telcos se encuentran en el centro de turbulencias geopolíticas y económicas, las cuales requieren de constantes procesos de evaluación que, sin duda, aumentarán este año”, explica Rodrigo Mena, country manager de SUMA Móvil Chile.

En ese sentido, la consultora y auditora EY identifica los 7 principales riesgos que deberán enfrentar los operadores de cara al 2023.

Respuesta insuficiente ante el alza del costo de vida. El aumento de precios está haciendo que los hogares reevalúen si obtienen valor de sus proveedores de internet. El estudio de EY muestra que el 45% de los hogares cree que paga de más por los servicios de contenido, y el 44 % piensa que su proveedor de banda ancha no hace lo suficiente para dirigirlos a la mejor oferta. Y algunos reguladores exigen que las telcos hagan más para ofrecer “tarifas sociales” para mejorar la asequibilidad. 

Ciberataques. El sector lucha por mantenerse a la vanguardia de las crecientes ciberamenazas: el 46% de los consumidores cree que es imposible mantener sus datos personales seguros cuando usan Internet. Pero la función de seguridad a menudo enfrenta niveles relativamente bajos de consulta confiable con otras partes del negocio, como los equipos de desarrollo de productos.

Incapacidad para mejorar la cultura laboral. Las opiniones de los empleadores y los empleados sobre la cultura de la fuerza laboral son divergentes: la rotación de personal hace que los empleadores se vuelvan más pesimistas sobre cómo la pandemia ha afectado la cultura de la empresa, pero los empleados se sienten empoderados a través del trabajo remoto y creen que la cultura ha mejorado desde que comenzó la crisis de salud. En ese sentido, las empresas necesitan escuchar y responder, o corren el riesgo de perder talento clave.

Mala gestión de la agenda de sostenibilidad. Según EY, la calidad de las divulgaciones sobre el cambio climático de las empresas de telecomunicaciones ha empeorado año tras año, mientras que a menudo faltan informes de métricas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), como el consumo de energía renovable y la gestión de desechos electrónicos. 

Incapacidad para acelerar la eficiencia con digitalización. Las presiones inflacionarias actuales hacen que sea aún más vital que las telcos aumenten la eficiencia y la agilidad. Sin embargo, el EY Tech Horizon encuentra que su capacidad para transformarse a través de nuevas tecnologías se ve obstaculizada por la complejidad en varias formas. Los factores humanos también están limitando el progreso, y los operadores citan el impacto negativo del trabajo remoto en la colaboración como el principal desafío cultural que enfrentan sus agendas de transformación.

Resiliencia de las infraestructuras. La confiabilidad de la red sigue siendo un punto crítico para los clientes. El desafío para los operadores se ve agravado por el aumento implacable del uso de datos. Y la presión sobre la infraestructura va acompañada de continuas preocupaciones sobre la brecha digital, lo que significa que se debe hacer más para convertir la cobertura de la infraestructura en la aceptación de los servicios.

Panorama regulatorio cambiante. Los enfoques regulatorios fragmentados plantean desafíos particulares, con muchos países promulgando o modificando reglas de privacidad y protección de datos, mientras que el creciente enfoque regulatorio en la IA puede aumentar los riesgos relacionados con la fragmentación. Dicho esto, las políticas digitales también pueden crear oportunidades, como a través del apoyo del gobierno para mejoras de infraestructura.

“Si hemos tenido un 2022 exigente producto de la demanda de servicios y aplicaciones digitales que han puesto a prueba las distintas infraestructuras digitales, es probable que este año evidenciemos consumos más consolidados y clientes más demandantes. Por ello, es clave clarificar los riesgos para anteponerse y enfrentarlos con colaboración ágil. Tenemos que estar a la altura”, sentencia Mena.

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