Según un reciente estudio el 36% de los chilenos (as) usa la Inteligencia para su trabajo, es decir, 1 de cada 3 personas en nuestro país aplica esta tecnología en su vida laboral.
“Estas cifras confirman la gran utilidad de la IA y su incipiente impacto en los trabajos de millones de personas, pero también visibilizan el temor de que esta tecnología venga a reemplazar la fuerza laboral humana”, reflexiona Edmundo Barrientos, con cerca de 15 años de experiencia desarrollando soluciones tecnológicas educativas en Chile y Estados Unidos, especializado en Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito del aprendizaje en las organizaciones educativas y empresas.
El estudio “IA en el trabajo ¿qué tan útil es?” llevado a cabo a nivel de América Latina, arrojó que en Chile, el 36% de los encuestados emplean la Inteligencia Artificial en sus labores diarias. Esto implica que aproximadamente 1 de cada 3 trabajadores chilenos incorpora esta tecnología en su entorno laboral.
En esta investigación donde participaron 21.964 personas: 3.754 de Chile, 7.927 de Ecuador, 3.158 de Argentina, 2.622 de Panamá y 4.503 de Perú también entrega otra cifra interesante: el 43% teme que la IA los deje eventualmente desempleados.
Respecto a de qué forma usan la IA en sus tareas del día a día, el 44% señaló que la utiliza para hacer consultas ante inquietudes diarias; el 38% para crear contenidos generativos (como textos, imágenes, videos), 38% para automatizar tareas repetitivas, el 35% para resolver problemas cotidianos, el 25% para mejorar la interacción con entornos digitales; y el 24% para hacer un análisis de data avanzado.
“Estas cifras confirman la gran utilidad de la IA y su incipiente impacto en los trabajos de millones de personas, pero también visibilizan el temor de que esta tecnología venga a reemplazar la fuerza laboral humana”, reflexiona Edmundo Barrientos, con cerca de 15 años de experiencia desarrollando soluciones tecnológicas educativas en Chile y Estados Unidos, especializado en Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito del aprendizaje en las organizaciones educativas y empresas.
¿Y este temor tendría algún fundamento? La respuesta es sí. “Con el tiempo, la IA provocará la desaparición de algunas tareas y empleos, pero lo interesante es saber también que la IA también está destinada a generar nuevas oportunidades laborales, donde el ser humano pondrá al servicio nuevos skills como la creatividad, el análisis y el pensamiento crítico”, agrega el profesional.
De hecho, según un informe del Foro Económico Mundial, sólo para 2025, la tecnología creará 97 millones de empleos nuevos. Según este documento, algunos de los trabajos que tendrán alta demanda son: analistas de datos, trabajadores de salud asistidos por IA, ingenieros en IA, especialistas en marketing digital, expertos en transformación digital, especialista en automatización de procesos, entre otros.
“Bajo esta mirada, los niños de hoy ya deberían estar aprendiendo a manejar la IA ya que será una tecnología que no sólo estará presente en el colegio, sino que también en las universidades, en su día a día y, por supuesto será un skill exigido en el mundo laboral. Además, a través de IA los estudiantes podrían lograr desarrollar mayores habilidades cognitivas como el pensamiento crítico y la creatividad, por ende, en los trabajos del futuro van a pedir personas que tengan capacidades más allá de la repetición de tareas, memorización o incluso de esfuerzo físico”, explica Edmundo Barrientos.
Más IA es más productividad
Por otro lado, la aplicación de la IA entrega grandes ventajas a nivel organizacional. Esto queda plasmado en Informe Anual McKinsey Global 2023: estado de la IA generativa que indicó que la IA permitirá un aumento de la productividad del trabajo entre el 0,1% y el 0,6% anual hasta 2040. Además, al combinarla con otras tecnologías podría incluso sumar entre 0,2 y 3,3 puntos porcentuales anuales adicionales al crecimiento de la productividad.
“La IA en concreto ayuda a las organizaciones a generar equipos mucho más productivos, ya que esta tecnología puede encargarse de tareas monótonas, liberando a los trabajadores para que se centren en actividades más estratégicas y creativas. Esto puede aumentar la eficiencia y reducir el margen de errores asociados con el agotamiento humano en tareas rutinarias”.
Ahora, respecto a cómo las empresas pueden integrar esta tecnología, el experto recomienda hacerlo desde el incentivo.
“Los líderes deben dar incentivos y generar los espacios propicios para que sus colaboradores (as) indaguen sobre las herramientas con IA que, puedan ayudarles a optimizar sus funciones y tareas del día a día. Pero, también es importante enfatizar que se debe tener en cuenta la designación de presupuestos para esto. Es decir, si alguien, por ejemplo, encontró una herramienta útil, que permite ahorrar 50% del tiempo en una determinada tarea, ver esto como una inversión y no un gasto”, concluye Edmundo.
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