Por Rodrigo Narváez, secretario ejecutivo del Instituto de la Construcción

La entrada en vigencia de la nueva Reglamentación Térmica el 28 de noviembre marca un ajuste relevante en la forma en que proyectamos y construimos en Chile. Más que un cambio administrativo, supone incorporar con mayor rigor criterios de eficiencia energética, control higrotérmico y calidad de ambiente interior en el quehacer cotidiano de arquitectos, ingenieros y constructores.
El aumento de exigencias no debería entenderse solo como una barrera adicional al momento de tramitar un proyecto, sino como una oportunidad para mejorar el desempeño real de nuestras edificaciones. Reforzar el aislamiento térmico, controlar condensaciones, gestionar mejor la ventilación y reducir pérdidas energéticas apunta, en definitiva, a dos objetivos muy concretos: menores consumos de energía y mejores condiciones de habitabilidad para las personas.
Sabemos, sin embargo, que implementar una normativa más exigente implica un proceso de ajuste: revisar soluciones habituales, actualizar criterios de cálculo, incorporar nuevas combinaciones de materiales, coordinar mejor el diseño entre especialidades y disponer de información técnica clara y confiable.
Con esa mirada, en el Instituto de la Construcción hemos estado trabajando en el Manual Práctico de Reglamentación Térmica 2025, pensado como una herramienta de apoyo para quienes deben diseñar, proyectar, calcular y construir soluciones que cumplan con las nuevas disposiciones. El manual busca traducir los requerimientos normativos a un lenguaje aplicado, con énfasis en ejemplos, esquemas y orientaciones que faciliten la toma de decisiones en el proyecto y en obra.
Un aspecto importante de este trabajo ha sido la colaboración con empresas proveedoras de materiales, sistemas constructivos y servicios de ensayo, que han aportado información de sus soluciones que cumplen con la Reglamentación Térmica. Esa contribución permite presentar casos concretos y alternativas disponibles en el mercado, lo que ayuda a acortar la distancia entre la normativa y su implementación efectiva en los proyectos.
Nuestra intención es que este manual se convierta en un insumo útil para el mundo profesional, tanto para quienes deben ajustar sus prácticas como para quienes recién comienzan a trabajar con la nueva RT.
El documento estará disponible para el público en diciembre, en formato digital, y pronto informaremos los detalles de su difusión a través de las redes sociales del Instituto de la Construcción.
La entrada en vigor de la Reglamentación Térmica es un hito que exige trabajo y coordinación, pero también ofrece una base más sólida para avanzar hacia edificaciones con mejor desempeño energético y mejores condiciones de habitabilidad para sus usuarios.
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