Por Rodrigo García, director Unidad Comercial de Syngenta en Andinos (Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela)

Ante un mundo desafiante, el día de la agricultura puede ser una instancia para reflexionar sobre el futuro del agro que queremos construir. Por eso, la agricultura regenerativa no es una utopía ecológica, sino una estrategia concreta, basada en la ciencia, que responde a los desafíos del presente sin hipotecar el futuro. Celebrar la agricultura hoy debe ser también un compromiso con transformarla, porque no hay cosecha posible en un planeta exhausto.
Hoy existen herramientas concretas: tecnologías digitales, productos biológicos y programas como Operation Pollinator, que promueven franjas florales para restaurar hábitats de polinizadores -clave en muchos cultivos- y aumentar la biodiversidad en los agroecosistemas. La ciencia y la innovación ya están al servicio de una agricultura que produce y conserva.
Podríamos romantizar el campo, pero sólo el 29% de la superficie terrestre es apta para la agricultura, cerca del 60% de esa área ya no está disponible por degradación, urbanización o contaminación. Si no cambiamos el rumbo, los desafíos seguirán aumentando. Regenerar el suelo es, por tanto, un imperativo.
La agricultura es parte de la solución en la mitigación de los efectos del cambio climático. Pero ningún esfuerzo aislado basta. Lo que necesitamos es un cambio estructural y colectivo, donde agricultores, empresas, centros de investigación y gobiernos trabajen juntos.
Revisa nuestra sección Visiones aquí