La iniciativa permite a niños, jóvenes y adultos con TEA desenvolverse con mayor autonomía en espacios que antes podían resultar abrumadores.
Cada vez son más los espacios comerciales que se suman a la implementación de la llamada “Hora Silenciosa”, una franja horaria en la que se reducen los estímulos sensoriales para ofrecer una experiencia de compra más tranquila, respetuosa e inclusiva para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras neurodivergencias.
Supermercados, centros comerciales y tiendas de mejoramiento del hogar han comenzado a adaptar sus entornos apagando la música ambiente, atenuando la iluminación y disminuyendo los sonidos provenientes de cajas registradoras, con el fin de generar espacios más amables y accesibles.
La psicóloga de Grupo Cetep, Alejandra Rojas destaca la importancia de estas iniciativas, “La ‘Hora Silenciosa’ es mucho más que una medida logística, es una señal concreta de empatía. Muchas personas neurodivergentes, especialmente aquellas con TEA, presentan hipersensibilidad a ciertos estímulos auditivos o visuales. En un entorno habitual de compras, esto puede traducirse en ansiedad, irritabilidad o incluso la imposibilidad de permanecer en el lugar. Al adaptar estos espacios, se les permite participar activamente en la vida cotidiana sin sentirse excluidos ni sobreexigidos”.
Un entorno más amigable para la neurodivergencia
La iniciativa, que ya se encuentra activa en más de 200 supermercados Unimarc a lo largo del país, ha sido también replicada por Mall Plaza Los Dominicos y Sodimac, contribuyendo así a una cultura de mayor respeto e inclusión.
Además de las adecuaciones en el entorno, algunas empresas han reforzado sus acciones mediante la capacitación de su personal en atención inclusiva y neurodiversidad, e incluso han dispuesto herramientas como audífonos con cancelación de ruido para quienes lo necesiten.
Desde Grupo Cetep, organización dedicada al bienestar integral y la salud mental, hacen un llamado a seguir avanzando hacia una sociedad que comprenda y valore la diversidad en todas sus formas. “Cuando hablamos de salud mental, también hablamos de inclusión. Generar espacios pensados en todas las personas, sin excepción, es parte del desafío. Que un niño, joven o adulto con neurodivergencia pueda ir al supermercado sin angustiarse no debería ser un privilegio, sino una norma”, añade la psicóloga Alejandra Rojas.
La implementación de la «Hora Silenciosa» representa un avance concreto hacia entornos más humanos y conscientes, reafirmando que pequeños cambios pueden generar grandes diferencias en la calidad de vida de las personas.
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