El desarrollo de la energía renovable es un motor de cambio. En este marco, uno de los principales desafíos en el país es avanzar más fuertemente en potenciar los aspectos de capital humano, I+D e innovación para lograr hacer aún más eficiente la inversión en renovables y lograr que parte de esas inversiones ayuden a aumentar la complejidad económica de nuestra matriz productiva. ¿Cuáles son las perspectivas y oportunidades de esta transformación?
Por: Hortencia Fritz Aguayo.
Uno de los sectores que está impulsando las grandes transformaciones de hoy es el energético. Es probable que este hecho conlleve una amplia gama de oportunidades para el desarrollo de la innovación en este ámbito.
En este marco, el futuro de las energías renovables se ve auspicioso, frente a una demanda creciente por energía, pero al mismo tiempo nos impone el desafío de impulsar una cadena de valor compleja y diversa, así como mantener la acción de mejora continua en el uso eficiente de los recursos, como la energía y agua.
“A nivel mundial, el sector energía, y en especial el de energías renovables, ha participado activamente de los ecosistemas de innovación tecnológica. Precisamente, la importante reducción que hemos visto en los costos de inversión de plantas fotovoltaicas y turbinas eólicas se debe a que se han desarrollado mejores sistemas de manufactura así como también equipos de mayor eficiencia. Una tendencia similar hemos visto en los sistemas de almacenamiento electroquímico”, explica Darío Morales, director de Estudios ACERA A.G. (Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento).
Pero eso no es todo. “Además de los desarrollos tecnológicos de nuevos equipos, hemos visto como en los últimos 15 a 20 años, se ha producido también un avance muy relevante a nivel global en la incorporación de sistemas que le dan más inteligencia a la operación de la red a través de sistemas de medición y estrategias de inteligencia artificial. Este hecho, además de ser una importante fuente de mejoras operacionales, a la vez abre nuevos desafíos en temas de privacidad y propiedad de la información, así como también de ciberseguridad”, comenta el profesional.
El Ranking de Bloomberg posiciona a Chile como el mejor país para invertir en energías renovables. ¿Cuáles son los recursos con mayor potencial? ¿Dónde están las oportunidades?
En los últimos años, Chile ha estado permanentemente en los primeros lugares de este ranking. Sin duda, el potencial energético del país juega un rol muy relevante. Chile es uno de los pocos países del mundo que cuentan con territorio para instalar todas las tecnologías renovables, fotovoltaica, concentración solar, eólica, geotermia, biomasa, hidráulica y de los mares. Sin embargo, esta no es la única razón para lograr el primer lugar, también influyen fuertemente la estabilidad macroeconómica necesaria para rentabilizar inversiones de largo plazo, y la existencia de políticas públicas y privadas que incentivan a las energías renovables, como, por ejemplo, el plan de cierre de las centrales a carbón.
La cadena de valor de la energía es amplia y compleja. ¿Cuáles son los avances y desafíos que permitirán dar un mayor impulso al uso de las renovables?
Todos los elementos mencionados deben estar presentes, si alguno de ellos falla, entonces el impulso al desarrollo de las renovables se verá afectado. Ahora bien, en Chile tenemos que avanzar más fuertemente en potenciar los aspectos de capital humano, I+D e innovación para lograr hacer aún más eficiente nuestra inversión en renovables y lograr que parte de esas inversiones ayuden a aumentar la complejidad económica de nuestra matriz productiva.
Por cierto, uno de los factores claves es la formación de capital humano, tanto en lo técnico como a nivel avanzado, para el desarrollo de las energías renovables. ¿Cuál es el llamado a quienes están abriéndose paso en este campo?
Sin duda, ha habido un avance relevante en lo relacionado con la formación de capital humano en nuestro país. Ya contamos con profesionales que son capaces de desenvolverse bastante bien en lo relacionado con la gestión y desarrollo de proyectos, prospección del recurso, temas financieros, legales, por nombrar solo algunos. A esto, hay que agregar los desafíos que aún presentamos a nivel de la educación técnico profesional. Esta es una tremenda oportunidad para seguir ampliando el impacto positivo de las renovables en nuestro desarrollo económico.
Ampliar el conocimiento de los temas energéticos entre quienes toman hoy las decisiones tanto en los distintos sectores productivos como en otros ámbitos, es clave para avanzar con mayor velocidad. ¿Cuál es el compromiso de Acera en esa línea y cómo lo proyectan en el mediano plazo?
ACERA, desde su fundación en 2003 ha estado comprometida con promover las energías renovables y tecnologías de almacenamiento como un motor muy potente de desarrollo, no sólo económico, sino que también social y ambiental. Más allá de la pandemia, hoy nos enfrentamos al desafío más grande que la humanidad ha tenido que hacerse cargo, y es el cambio climático. Lo peor de todo, es que el tiempo para tomar acciones se está acabando y, por lo tanto, tenemos que trabajar con más fuerza y sentido de urgencia que antes. Afortunadamente, hay maneras de hacer frente a este desafío. Según lo que nos mostró Francesco La Camera, director general de IRENA (International Renewable Energy Agency) en el Summit ACERA 2021, un 90% de la descarbonización de la economía mundial va a depender directa o indirectamente de las energías renovables, a través del suministro directo de energía, eficiencia energética, electrificación de consumos, hidrógeno verde entre otras materias.
Las posibilidades de almacenamiento energético determinan en alguna medida, las opciones de crecimiento en el mercado y sus perspectivas. ¿Cuáles son los temas esenciales en la búsqueda de soluciones innovadoras y eficientes?
El almacenamiento de energía, sin duda, jugará en rol clave en permitir una mayor penetración de generación renovable variable como la solar y la eólica, las que por lo demás ofrecen energía a precios muy bajos. Sin embargo, los sistemas de almacenamiento también ofrecen otras prestaciones muy importantes para mejorar la confiabilidad de las redes eléctricas, tanto a nivel de grandes redes de transmisión como de distribución.
No hay que olvidar que por mucho más de 100 años, el paradigma de la operación de los sistemas eléctricos en el mundo se ha basado en que la energía consumida debe ser instantáneamente producida, siendo las reservas de combustibles fósiles y las centrales hidráulicas de embalse los únicos sistemas de almacenamiento de gran escala disponibles. Bajo este paradigma se han ido paulatinamente desarrollando todos los mercados eléctricos a nivel mundial. Es por esto que, cuando vemos que en solo unos pocos años será posible económicamente almacenar energía a escala mucho menores, y distribuida a lo largo de todo el territorio, con flujos de energía que ya no solo vienen de las grandes centrales sino que también vienen desde los mismos consumidores, entonces, nos damos cuenta que el paradigma del funcionamiento de los mercados va a cambiar muy rápido, y esto sin duda es un tremendo motor para la innovación, tanto tecnológica como de modelos de negocios.
