Motivado por alcanzar el mayor ahorro de energía y de esta forma proteger lo más que se pueda el medio ambiente, el empresario y profesor universitario, Julio Araya Matteo buscó una forma distinta de crear energía térmica y para eso usó dos elementos que por norma científica no pueden unirse, el agua y el aceite, mezcla capaz de reemplazar al petróleo diésel.
El AquaReactor es un dispositivo que al introducirle una mezcla de agua (dulce o salada) y aceite móvil usado, logra crear una llama de 1.300 grados Celsius, mediante un proceso químico llamado termólisis. Al utilizar aceite usado “nosotros proponemos un modelo de economía circular, utilizamos el aceite usado que se va a eliminar para crear esta mezcla que es capaz de producir una llama de 1.300 ºC (el petróleo produce una llama de 600 grados Celsius). Pero no solo eso, en el proceso el aceite usado se transforma en gas de síntesis y desaparece. “Es decir, además de generar energía térmica, logramos hacer desaparecer uno de los mayores contaminantes del planeta”, señala Araya.
Para producir electricidad las termoeléctricas trabajan creando una llama de 600°C – 800°C que obtienen mediante la combustión de carbón, petróleo o gas. La más contaminante es el carbón y la más utilizada en el mundo es el petróleo que hoy produce un alto porcentaje de CO2.
Actualmente la norma chilena permite una emisión de CO2 de 12%. El Reactor, de acuerdo AEGG Emissions, empresa nacional certificadora de fuentes fijas y gestión ambiental, emite un 2.2% y además consigue que el aceite usado, considerado uno de los mayores contaminantes del planeta, se desintegre.
Para poder soportar las altas temperaturas, el reactor está constituido por una súper aleación compuesta por molibdeno, tantalio, iridio, cromo y tungsteno, la misma que es utilizada para la construcción de toberas en cohetes y turbinas aeroespaciales.
Actualmente países como España, Cuba y China están interesados en invertir en esta tecnología que busca generar electricidad a través de un combustible menos contaminante y más económico y de este modo lograr que millones de personas de territorios desplazados accedan a electricidad limpia y sustentable.
