Así lo reveló el reporte internacional Matriz Global 4.0, realizado en 57 países y que en Chile fue liderado por investigadores de la Universidad de La Frontera.
Recientemente fue dado a conocer el Reporte Matriz Global 4.0, elaborado por la Active Healthy Kids Global Alliance (AHKGA), el cuál comparó a 57 países de seis continentes con motivo de evaluar los niveles y tendencias globales en la actividad física de niños y adolescentes.
El estudio fue realizado por más de 600 expertos a nivel mundial, rol que en Chile jugaron y lideraron investigadores de la Universidad de La Frontera, que forman parte del grupo de investigación UFRO Actívate, con la participación de expertos de otras universidades chilenas como la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Diego Portales, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y Universidad San Sebastián.
Según el reporte, Chile está en el grupo de países peor evaluados, encontrándose en el quinto lugar de las naciones menos activas a nivel general. “Los estilos de vida modernos, aumentos en el tiempo de pantalla digital, la creciente urbanización de las comunidades y el incremento de la automatización de tareas que antes eran manuales, están contribuyendo a un problema de salud pública generalizado, lo que se vio aún más afectado por la pandemia del Covid-19”, sostuvo el investigador de Universidad de la Frontera y líder del estudio en Chile, Nicolás Aguilar.
De hecho, el reporte evaluó 10 indicadores: actividad física; deporte organizado; juego activo; transporte activo; conducta sedentaria; capacidad física; familia y pares; escuela; comunidad y medio ambiente; y políticas. Y en ellos Chile tuvo los desempeños más bajos en sedentarismo, transporte activo y actividad física en general. Mientras, fue bien evaluado en el ámbito de políticas públicas.
“El reporte de notas muestra que Chile tiene una deuda en el área de promoción de actividad física para niños, niñas y adolescentes. Por una parte, tenemos políticas que son de vanguardia a nivel mundial, pero la implementación de éstas no se está dando como fueron concebidas o no están llegando a quienes más la necesitan. Debemos visualizar y exigir que la actividad física esté en todas las políticas”, resaltó el investigador de Universidad de la Frontera y líder del estudio en Chile, Dr. Nicolás Aguilar.
Chile obtuvo una calificación global de 3.3 (en escala de 1 a 7). Además, tuvo una nota similar en el área de actividad física general (es decir, porcentaje de niños y niñas activos físicamente) y un 2.5 el área de conducta sedentaria (a partir del tiempo que pasan sentados al día). El reporte mostró que menos de la mitad de los niños chilenos participa en deportes ya sea en la escuela o clubes deportivos.
¿Cómo mejorar?
De acuerdo al informe Chile Actívate, es necesario un esfuerzo en la promoción de la salud para abordar la disminución de la actividad física relacionada con la pandemia, ello enfocándose en aquellos grupos mayormente afectados y que presentaron repercusiones en el bienestar integral.
En esta misma línea, el reporte Matriz Global 4.0, ha establecido desafíos a nivel mundial, los cuales se resumen en:
- Aumentar las oportunidades de actividad física en la escuela (recreos activos, programas extracurriculares, pausas activas, transporte activo), aumentar la cantidad de educación física por semana y convertir la educación física en una materia obligatoria para todos los niveles escolares.
- Facilitar el libre acceso a los espacios públicos, áreas verdes, parques infantiles, instalaciones deportivas e infraestructura para el transporte activo, teniendo como prioridad el tema de la seguridad del medio ambiente.
- Desarrollar políticas de actividad física que brinden oportunidades de programas deportivos más equitativos, accesibles, inclusivos, flexibles y atractivos, dirigidos específicamente a niñas, niños y adolescentes con discapacidad, de familias de bajos ingresos y/o en situación de segregación o marginación, así como adolescentes para reducir la disminución de la actividad física relacionada con la edad.
- Las políticas y estrategias de actividad física requieren una mejor implementación, seguimiento y evaluación. Esto incluye proporcionar evaluaciones periódicas del progreso hacia el cumplimiento de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud para reducir la inactividad física en un 15 % para 2030. Se necesita una mayor transparencia y una rendición de cuentas más clara en relación con la implementación de políticas y los resultados de éstas.
En ese sentido, Sebastián Miranda, investigador de la Universidad de La Frontera, puntualiza que “se deben proveer oportunidades de promoción de actividad física con una mirada integral que incluya a toda la comunidad escolar y su entorno. No sólo focalizar la actividad física en la clase de educación física, sino que también en la forma en cómo se llega a la escuela, a través de aprendizajes activos en el aula y que la oferta extraprogramática sea más activa”.
Por su parte, Andrea Cortínez, quien también forma parte del equipo de investigación, señaló que “en Chile existen importantes inequidades en el acceso a espacios dignos y propicios para sostener una vida activa. Elevar la calidad de los espacios públicos a través de medidas como mejoramientos y arborización de aceras, construcción de ciclovías de alto estándar, construcción y mejoramiento de parques urbanos en comunas con escasas áreas verdes, resulta crítico para evitar que con el calentamiento global reduzca los ya escasos tiempos que los y las chilenas son activas”. Además, añadió que “esto debe ser parte de un acuerdo social para el buen vivir que permee las políticas públicas y que comprometa a los privados que tienen gran incidencia en la forma y calidad de los espacios que ofrecen las ciudades que transitamos”.
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