Mientras el verano ofrece las mejores condiciones del año para generar energía solar, la gran mayoría de los hogares aún no aprovecha ese potencial: solo uno de cada 280 cuenta con paneles fotovoltaicos.
La generación de energía solar vive un “boom” de dulce y agraz en el país. A nivel general, en tres años el país más que triplicó el parque fotovoltaico, pasando de 4,4 GW en 2021 a 10,5 GW en 2024, representando cerca del 30% de toda la capacidad eléctrica del país. Sin embargo, todo ese crecimiento a nivel de gran escala choca de frente con la realidad domiciliaria: por cada hogar en Chile que cuenta con paneles solares para generar su energía, hay otros 280 que no tienen.
De acuerdo a datos de la Asociación Chilena de Energía Solar, de las cerca de 7,6 millones de viviendas en Chile, solo unas 27.200 utilizan paneles solares para complementar o sustituir su consumo eléctrico de la red. Es decir, menos de un 0,4%.
Domingo García-Huidobro, CEO de Ruuf, empresa líder en instalación de sistemas solares domiciliarios en Chile, señala que, aunque el país ha avanzado de gran manera en capacidad fotovoltaica de escala industrial, el escenario residencial es muy distinto. “Cuando miramos las casas, el contraste es evidente: el potencial es gigante, pero la gran mayoría de personas sigue dejando pasar la oportunidad de ahorrar”, afirma.
La mejor época para la energía fotovoltaica
En esa línea, el país justo entra en un período clave: el verano representa la época de mayor generación de energía fotovoltaica del año. Solo por poner en cifras, una zona de radiación solar óptima -norte de Chile- puede pasar de 5 kWh/m² (kilowatt-hora por metro cuadrado) al día en invierno, a 12 kWh/m². Es decir, un mismo panel puede producir hasta 2,25 veces más energía en verano. En tanto, en las zonas centro y centro sur del país ese aumento ronda entre las 1,5 y 2,0 veces.
“Estamos en un momento país en que el futuro energético lo imaginamos en grandes plantas en el desierto, pero lo cierto es que ese futuro pasa por el techo de cada casa. Hoy en día no nos falta sol ni tecnología, por lo tanto la principal barrera no es técnica ni climática, sino que cultural. Y si bien en materia de política pública hay mucho que se puede hacer, a nivel particular hay que incentivar que cada vez sean más los ciudadanos que instalen paneles fotovoltaicos”, destaca el cofundador de Ruuf.
El ejecutivo destaca, además, que los meses de verano son ideales para iniciar la instalación de proyectos residenciales, ya que permiten al usuario identificar claramente el beneficio de la generación de energía no convencional y verlo reflejado en su boleta. “En el fondo, es el momento ideal para comenzar rentabilizando su inversión al máximo”, agrega García.
En general, se estima que un proyecto solar tiene una vida útil de entre 25 y 30 años, los cuales, dependiendo de la magnitud del mismo y el consumo de la vivienda, pueden llegar a cubrir totalmente una cuenta de luz. “Uno de las grandes barreras ha sido históricamente la inversión inicial, factor que en parte puede explicar lo ‘nicho’ que sigue siendo el panel solar residencial. Con el tiempo la industria se ha desarrollado y con ello el tiempo de recuperación de la inversión a bajado a 4 o 5 años. Incluso hemos logrado dar acceso a financiamiento por el 100% del valor del proyecto, donde el ahorro generado mes a mes es mayor al costo mensual del pago del proyecto”, cierra el CEO de Ruuf.
Cabe destacar que el país vive un contexto en que las alzas de las cuentas de luz alcanzan el 60% desde que se aplicó el descongelamiento de las tarifas, desde julio de 2024 hasta la fecha. En la práctica, familias que pagaban unos $50.000 en cuenta de luz mensual pasaron a pagar $80.000 aproximadamente.
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