Para conocer el quehacer de su actividad como investigadora, y reflexionar en torno a las oportunidades de la mujer en ciencias, conversamos con Nadia Cáceres Morales, bioquímica, encargada del Laboratorio de Mejoramiento Genético del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura, CEAF. Esta es su experiencia y visión.
Por: Hortencia Fritz A.
Dos años acaba de cumplir por estos días, la investigadora Nadia Cáceres Morales, bioquímica, encargada del Laboratorio de Mejoramiento Genético, CEAF. Es ahí, en el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura, donde ella consolidó su interés por el área de I+D+i.
Pero esta motivación comenzó mucho antes, durante su formación universitaria, cuando la profesional tuvo la oportunidad de trabajar como apoyo técnico en un laboratorio para un proyecto FIA en ejecución, enfocado en desarrollar un dispositivo para alimentar controladores biológicos de plagas cuarentenarias para frutales y hortalizas.
Aquella experiencia, de alguna manera la determinó para llegar a donde está en este momento de su carrera. “Llegué al CEAF de pura casualidad, y luego de estar cuatro meses en el laboratorio de Fisiología del Estrés postulé a una vacante disponible en el Laboratorio de Mejoramiento Genético. Lo que me impulsó a quedarme en esta área es el hecho de que como científica siento que puedo cumplir con el rol social que poseemos, es decir, poder ser un aporte a la comunidad, brindar soluciones a través de las herramientas que poseemos o desarrollar nuevas técnicas que puedan dar solución tangible a los problemas actuales, y es esto con lo que siempre soñaba mientras aún era estudiante, cumplir con este rol social”.
¿Qué problemas del sector frutícola busca resolver el área de la que forma parte?
En el laboratorio, hay varios temas en ejecución. El primero es el programa de Mejoramiento Genético de CEAF, donde se generan plantas híbridas hijas de cruzamientos interespecífico de frutales de carozo y en el laboratorio nos encargamos de, mediante técnicas de biología molecular, identificar en estadios muy tempranos de crecimiento de la planta, si es que genéticamente presentan este estado de hibridación, y de esta manera, descartar aquellas que no sean híbridas y poder seguir adelante con aquellas que sí presentan esta característica.
De esta manera, se ahorran recursos y tiempo que puede demorar una planta en crecer hasta pasar a las pruebas en campo, donde en ausencia de este tipo de técnicas, las plantas deben crecer y estar un buen tiempo en evaluación para seleccionar aquellas que presenten características favorables o buscadas para la agricultura. Entonces, si en una etapa muy temprana de cada planta determinas si son o no híbridas, se puede evitar que pasen a evaluación en campo aquellas plantas que no presentan este estado de hibridación.
¿Qué otros proyectos o temas se desarrollan?
En otro ámbito y con las mismas técnicas de biología molecular, hacemos identificación genética de especies y frutales de interés para el sector agrícola. Es una herramienta que los viveros están requiriendo mucho y también los productores de frutos que encuentran anomalías en sus plantas; anomalías en cuanto a la homogeneidad de sus materiales vegetales o las plantaciones en sus huertos, problemas de producción, o problemas en los calibres de la fruta, etc. Entonces, cuando se tienen dudas de si una planta corresponde a una determinada variedad o portainjerto, nosotros podemos identificar si es que corresponde a una variedad/portainjerto esperado o no. Así, podemos dar una explicación a los problemas que los productores o viveristas ven en sus materiales vegetales.
Como parte de un proyecto de innovación -actualmente en ejecución en el laboratorio- vamos a poder acortar los tiempos de respuestas de este tipo de análisis y contribuir a que la toma de decisiones de los clientes se haga de manera más confiada -con un análisis molecular como respaldo- y de manera más eficiente.
Oportunidades para la mujer en ciencias
En estos años de investigación y trabajo, ¿cuáles han sido las principales barreras y desafíos que ha vivido como mujer?
Creo que la principal barrera es que históricamente la presencia masculina en la ciencia, en general, es sumamente fuerte. Desde teóricos hasta profesores, líderes de opinión y de investigación. Entonces, es difícil identificarse con estas figuras cuando pareciera que social e históricamente es un campo que se le da más espacio al género masculino que al género femenino, por lo tanto, el desafío apunta a normalizar la presencia femenina en las ciencias -y que existe, solo que no ha sido tan difundida en proporción-, a convertirse también en una figura de referencia, a llevar la profesión con ética y rigor, y más allá de “demostrar” que podemos ser capaces de hacer ciencia e I+D+i, en realidad, la tarea es mantenerse constante, a marcar presencia y a apoyarnos como comunidad científica más allá del género, hasta que la presencia femenina sea tan común como la presencia masculina.
Si fuera posible ir al pasado, ¿qué mensaje le gustaría dar a Nadia (más pequeña o niña), cuando recién comenzaba a interesarse por las áreas STEM?
Confianza y seguridad absolutamente. Muchas veces, al leer publicaciones y formulaciones de proyectos de innovación estos parecen ser y estar perfectamente escritos, cuando en realidad, llegar a formular un proyecto o publicar un paper es un camino de aprendizaje, no es innato ni es instantáneo. Son habilidades que se van adquiriendo, la capacidad de ver un problema y formular una solución son cosas que se van desarrollando. Así es que volvería al pasado a decirle a esa Nadia que tenga más confianza en sus capacidades, su formación y las herramientas que posee.
¿Cómo se pueden ampliar los horizontes y las oportunidades para las niñas y jóvenes que se interesan en estas disciplinas?
Creo que el aprendizaje se torna sumamente significativo cuando se tiene contacto. Cuando se tiene la oportunidad de involucrarse como actor principal de ese aprendizaje. Creo que es importante democratizar el acceso a las ciencias; que se deje de ver como algo que es solo para para un grupo acotado de personas; donde solo personas con un talento innato son capaces de desenvolverse en ciencias cuando en realidad cualquier persona es capaz de hacerlo. Es importante generar un lazo con esta disciplina, así como con otras, en edades tempranas para que en el futuro desarrollarse en ciencias e innovación sea algo natural, propio de cada persona que lo escoja. Además de esto, pienso que también sería positivo realzar figuras femeninas que han estado siempre ligadas a la ciencia como referentes.
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